La oración y la ansiedad son enemigas,una te da la fuerza para levantarte y la otra te quiere seguir hundiendo en la desesperación.
Con la oración tienes el poder de clamar a Dios y la ansiedad se va. Con la palabra de Dios te enseñaremos a que esta se vaya de tu vida.
Diferencias de la oración y la ansiedad
La oración y la ansiedad son dos cosas distintas. Cuando una persona está en constante oración no hay lugar para la ansiedad. En estos tiempos tan difíciles el nivel de ansiedad y depresión está arropando a muchos.
Cuando sientas que la tristeza y la angustia está bombardeando tu mente la mejor manera de quitarlas es orando (Filipenses 4:6-7). ¿Y qué es orar? Es simplemente hablar con nuestro amado Dios. Cuéntale todo lo que sientes, él te sabe escuchar.
Cómo deshacer la ansiedad
Lo primero, es dejar a un lado las cosas que estás haciendo y dedicar un tiempo de oración a Dios. No hay excusas para no poder hablar con él. No dejes que esos pensamientos, problemas o noticias malas llenen tu mente.
Lo siguiente es adorar a Dios cuando venga la ansiedad o la tristeza, así tendrás la fuerza para levantarte. No dejes que te venza, dile a lo que te está molestando lo fuerte que es nuestro Dios (Salmos 28:7-8).
Ríndete a Dios
Abre tu corazón y deja que el Espíritu Santo te toque por medio de la oración. Rinde a Dios tu vida, mente, alma y corazón. Solo permitiendo entrar a Jesucristo como tu salvador encontrarás la vida eterna.
Arrodíllate si deseas, dile a Dios que lo amas y que perdone tus pecados. En él hay infinitas misericordias que son nuevas cada mañana. La ansiedad no tiene lugar en ti, con Cristo eres más que vencedor.