[aws_search_form]

La honradez es uno de los valores humanos más importantes y una de las cualidades más apreciadas ante los ojos de Dios y la humanidad. La honradez no es una práctica, es parte integral de nuestra condición humana y cristiana. Aunque parezca extremo, no se puede ser buen cristiano sin ser honrado.

Mentir, levantar falso testimonio, tomar lo que no es nuestro o aprovecharse de la confianza del otro son actos deshonestos. No importa lo pequeños o aparentemente inocentes que nos parezcan, dicen mucho de nuestra verdadera esencia.

Para Dios, «las riquezas mal habidas no son de provecho, pero la honradez libra de la muerte» (Proverbios 10:2); así, el honrado vivirá en el reino de los cielos, mientras que el deshonesto no podrá disfrutar lo mal habido.

La honradez, preferida ante los ojos de Dios

La honradez ante los ojos de Dios
La honradez, preferida por Dios

Para Dios, la honradez no es una ruleta, debemos «comportarnos con honradez en todo» (Eclesiastés 9:16). Tal vez nos parezca que un pequeño desliz, mientras nadie nos ve, no reviste mayor gravedad, pero Dios siempre nos ve y sufre nuestra deshonestidad.

Además, nosotros sabremos que nos quedamos con el dinero ajeno, que tomamos el martillo del amigo o que hablamos mal del vecino, sin pruebas. Más que una conducta para recibir aprobación externa, la honestidad valida nuestra más íntima relación con Dios.

Robar está mal, mentir está mal y calumniar al otro también. Nada justifica comportamientos que dañan a otros, incluyéndonos, y ofenden a Dios. Si buscamos a Dios en nuestro interior, la deshonestidad no será opción.

Compartir post

Suscríbase a nuestra Newsletter:

Reciba un aviso cada vez que se publica un nuevo post

Le recomendamos...

¿Cómo puedo hacerme amigo de Dios?

Si insistimos en cuestionarnos, ¿cómo puedo hacerme amigo de Dios? es preciso entender que, para tenerle como amigo fiel, el hombre debe ganarse su confianza.

¿Hay vida después de la muerte?

¿Hay vida después de la muerte? Existen muchos puntos de vista con respecto a este controversial tema. Pero, ¿qué dice la Biblia sobre esto? ¿Será